Reseña: Rising Force, de Yngwie Malmsteen

2006-07-11 13:00:43 -0700

Siguiendo nuestra serial de reseñas sobre guitarristas técnicos, ahora le toca el turno al primer disco de Yngwie Malmsteen, uno de los fundadores de la escuela neoclásica en el heavy metal de los 80 y, probablemente, el iniciador de la serie de "destructores" de la guitarra. Es innegable que Malmsteen es un virtuoso hecho y derecho, con un increíble uso de su instrumento: destaca el uso de escalas a mil por hora y el uso (por primera vez, no me consta) del sweep picking, o sea, el pulsar las notas de un acorde en un arpegio rapidísimo. La composición es adecuada, basándose en secuencias armónicas y rítmicas clásicas del heavy ochentero, bastante sencillas, incluso un poco planas en ocasiones. No es rock progresivo, después de todo. El sonido general es muy ochentero, lo que resulta especialmente patente en los teclados, que suenan a Casio barato, y en la batería, que incluso se sale del tiempo en ocasiones. ¿Temas interesantes? El de entrada, "Black Star" y "Little Savage", por la melodía, "Icarus's Dream Suite", por la combinación de guitarras acústicas y eléctricas en un desarrollo bastante interesante y "Farewell", un impecable tema acústico. Resumiendo: muy interesante por la técnica de guitarra, pasable en lo musical.